Se puede usar aceites esenciales en pequeños y bebés pero eligiendo los aceites fundamentales con mucho cuidado, evitando esos que poseen moléculas beligerantes para los bebés , y respetando las dosis y las maneras de aplicación recomendadas por el terapeuta especializado en aromaterapia. Desde los 3 años de edad, ahora tenemos la posibilidad de administrar ciertos aceites esenciales por vía oral, pero siempre bajo el consejo del terapeuta especializado en aromaterapia científica. Son singularmente indicadas las esencias de mandarina, de naranja dulce o el aceite fundamental de lavanda angustifolia por su acción relajante y facilitadora del sueño. Debemos tener la precaución de utilizar el difusor de manera intermitente para no saturar el ámbito (el difusor para bebés ya viene programado, 20 segundos de funcionamiento y 40 de pausa), o usarlo durante 30 minutos en la habitación del bebé y apagarlo al acostarlo. Sólo debemos tomar en consideración que necesitaremos un dispersante para emulsionar el aceite en el agua.
Podemos utilizar, de forma alternativa, algo de leche entera a la que agregaremos 3 gotas del aceite esencial elegido (mandarina, bergamota, lavandín, etc.) y esta mezcla se arroja en el agua de la bañera. Así tenemos la posibilidad de aliviar desde un catarro (linimento respiratorio PranaBB) gracias a las características mucolíticas y balsámicas de los aceites esenciales de olivardilla y abeto balsámico, hasta los cólicos del lactante con aceites fundamentales de manzanilla romana, hinojo y lavanda, de acción carminativa, relajante y antiespasmódica intestinal. Difusión atmosférica, en un difusor con vapor singularmente diseñado para bebés , que además de esto es humidificador y al que agregaremos 3 gotitas del aceite fundamental seleccionado. Con ella procuramos desvelar algunos aspectos relativos al uso preciso de los aceites fundamentales en bebés y niños. Otra forma de aplicar aceites fundamentales sería la vía tópica, pero siempre y en todo momento diluidos en un aceite vegetal de calidad, despacio, tipo avellana o nuez de albaricoque, o una crema natural, sin parabenos ni conservantes para no irritar la piel al realizar el masaje. Para el invierno son de particular interés los aceites de mandravasarotra, niaulí o palo de Hô, debido a sus características antisépticas y también inmunoestimulantes.